Conversando sobre ciencia, arte y curiosidad se dio inicio al FECI 2020 en la Macrozona Centro
El evento fue transmitido en vivo y se encuentra disponible en el canal de YouTube del Ministerio de Ciencia.
12 Noviembre 2020
La Seremi de Ciencia de la Macrozona Centro se hizo parte de este importante evento ciudadano que se desarrolla de manera virtual, organizando un lanzamiento que nos llevó a pensar y reflexionar sobre la importancia del arte y la creatividad, tanto en nuestras vidas como en el proceso científico. La invitación fue a conversar sobre el vínculo entre ciencia, curiosidad y creatividad a través de un interesante panel de invitados, todos investigadores de la macrozona.
El conversatorio fue conducido por la periodista Katherine Quezada, profesional de La Quinta Emprende, media partner de esta actividad. Los panelistas invitados fueron, Carlos Olavarría Director del CEAZA, María Elvira Zúñiga, Directora del CREAS , Juan Carlos Jeldes Pontio, Director Escuela de Arquitectura y Diseño PUCV y Yara Jaffé, astrónoma y académica del Instituto de Física y astronomía de la UV. En una amena conversación fueron comentando sobre sus intereses científicos y sus aficiones personales, entregando una mirada diferente de su perfil como investigadores.
El lanzamiento de la macrozona contó también con la presencia de Verónica Luco, Directora de Ciencia Pública, unidad impulsora de la iniciativa. “El Festival de la ciencia es una fiesta ciudadana y es una fiesta que le pertenece a todos y a nadie. Celebramos más de 500 actividades que se van a poner a disposición de la ciudadanía, porque es una oportunidad para todos apropiarnos del conocimiento, desplegar nuestra creatividad, hacernos preguntas y poder sumarse a un mundo que quizás no se percibía como propio, y esa es nuestra invitación. A deslumbrarse por las preguntas que abren nuevos casilleros a más y más preguntas y a conversar con otros. Que el conocimiento sea un tema de conversación El conocimiento y la curiosidad son espacios de libertad, el FECI es un espacio de libertad en medio del confinamiento”, comentó Verónica Luco.
La oportunidad también fue el momento para iniciar no sólo una semana dedicada a celebrar la ciencia, sino un mes completo que se viene cargado de actividades vinculadas a la ciencia, en especial a la astronomía, ya que en el país estados a un mes de vivir un nuevo eclipse. “Aquí se lanza FECI, pero también se lanza un mes de eventos relacionados a la ciencia. El 14 de diciembre vamos a tener un nuevo eclipse en Chile. Vivimos la experiencia del año pasado y ahora le toca a La Araucanía. En la Macrozona centro también se va a vivir, pero de manera no total, y eso ha articulado a una serie de actores que han trabajado porque esta experiencia sea maravillosa, que nos abra las puertas del conocimiento, pero también seguro. Felicito a quienes son parte de esa mesa de trabajo por un eclipse seguro” agregó Verónica Luco.
Tallado, fotografía y animales marinos
“La curiosidad fue finalmente la que me hizo estar interesado en la naturaleza. Yo soy biólogo marino, entonces mi carrera científica ha estado vinculada a observar, mirar, animales marinos y explicar lo que veo. (...) Es muy difícil poder entender cómo viven las ballenas, cómo viven los delfines, entonces no sé por qué me llama tanto la atención, pero ha sido muy interesante y entretenido”, comentó Carlos Olavarría, Director de CEAZA. “Por mi carrera tuve la fortuna de haber viajado mucho y eso me ha permitido abrir mucho más los ojos, porque puedo aplicar mucho de otras miradas culturales a cómo nos relacionamos con la fauna”, agregó Olavarría.
Carlos Olavarría se especializó en ecología molecular de cetáceos y la aplicación de esas técnicas para investigación, conservación y manejo. Es biólogo marino de la Universidad de Valparaíso y Doctor en Ciencias de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda. En Chile, ha trabajado en la Fundación CEQUA (Punta Arenas) y desde el 2016 trabaja en el CEAZA. Cuenta con una extensa experiencia en cruceros de avistamiento y muestreo fotográfico-genético de cetáceos costeros y oceánicos, incluyendo un considerable tiempo trabajando en regiones antárticas y subantárticas. Además ha trabajado en programas que incluyen marcaje satelital de ballenas y lobos marinos.
Detrás de su prolífico currículum hay una persona cuya sensibilidad lo ha llevado a explorar actividades artísticas que acompañan su trabajo. “Uno de mis hobbies es la fotografía, hago bastante fotografía de naturaleza, principalmente aves. Cuando uno anda en el mar buscando soplos de ballenas se ven muchas aves (...) Cuando estuve viviendo en Nueva Zelanda comencé también a remar, entonces salgo a remar cuando salen delfines acá en la bahía de La Herradura y ahora estoy haciendo un estudio, que creo será el primer estudio en Chile sobre una canoa polinésica en delfines. Como me encuentro muchas veces con varamientos o con huesitos de animales marinos, comencé a tallar, que es algo muy propio de las culturas polinesias, que se usan por ejemplo los elementos naturales para hacer anzuelos. Entonces termino usando las manos y mientras uso las manos sigo pensando en estos animales”, explicó Olavarría.
Cerámica, grabado y galaxias medusa
Para la astrónoma venezolana Jara Yaffé y académica del Instituto de Física y Astronomía (IFA) de la Universidad de la Valparaíso, el arte y la ciencia llegaron a ser una disyuntiva al momento de decidir a qué dedicarse. “Desde chiquita me gustaron las artes y, de hecho, quería estudiar artes plásticas. Al final me decidí por la física pensando que podría desarrollar mi pasión por el arte en paralelo. Cuando estudié el pregrado hice cerámica con una ceramista increíble en Caracas, Beatriz Plaza. Recuerdo que estaba tan inmersa que incluso postergue cuántica III para poder tener más tiempo para la cerámica un semestre, cosa que nunca había hecho. También en esa época hacia mucha fotografia en blanco y negro. Tenía un cuarto oscuro y me gustaba mucho experimentar con el revelado”, comenta Yara.
A lo cual agrega entusiasmada: “Llegando a Valparaíso me metí en el taller de Casaplan, con Roberto Acosta de profesor y fue muy inspirador porque allí trabajé codo a codo con artistas de la zona como Javiera Moreira o Loro Coirón. Se puede decir que soy un poco la “oveja negra” del taller porque no tengo preparación de artista y ni un décimo del talento de los otros talleristas, pero lo que compartimos es precisamente la curiosidad, y ellos conmigo han sido muy inclusivos. Además no es tan extraño, porque hacer grabado es en parte es una actividad muy científica, porque necesitas metodología de laboratorio para llevar a cabo los procesos químicos”.
Yara es Doctorada en Física, University of Nottingham, Reino Unido. La mayor parte de su investigación se centra en la comprensión de la formación y evolución de las galaxias como una función del tiempo cósmico y el medio ambiente. Estudia los distintos procesos físicos que afectan a las galaxias en cúmulos, grupos y filamentos cósmicos, combinando observaciones en distintas longitudes de onda con simulaciones cosmológicas. Forma parte de distintas colaboraciones internacionales, incluyendo GASP, que se dedica a estudiar el ciclo de gas en las llamadas “galaxias medusa”.
“La curiosidad nos hace preguntarnos cosas fundamentales y a la vez muy poco tangibles como: ¿Por qué existe algo en vez de nada? ¿Qué tan grande es el Universo? ¿Cuántas galaxias hay? ¿Es nuestra galaxia especial en el cosmos? ¿Cómo se forman y evolucionan las galaxias? Pero estudiar el funcionamiento del cosmos, a diferencia de otras ciencias, es complejo porque es muy difícil hacer experimentos directos. Todo está muy lejos, así que tenemos que inferir su funcionamiento por medio de observaciones o experimentos indirectos (...) La curiosidad es una parte fundamental de nuestra naturaleza que nos lleva inevitablemente a la experimentación. Lo veo con mi hijo de 1 año que no para de hacer experimentos todo el día: lanzar la comida, verter un vaso de agua, pintar la pared, etc. Es esa misma curiosidad el motor de la ciencia, la filosofía, el arte y muchos aspectos de nuestra vida”, comenta la astrónoma.
Hace dos años forma parte del equipo de difusión y vinculación con el medio del IFA-UV. Organizan actividades de todo tipo y para públicos distintos, desde charlas y talleres hasta eventos astronómicos como el eclipse del año pasado. “El trabajo de difusión no tiene límites, es realmente infinito así que uno mismo tiene que definir sus límites. En nuestro caso, los profesores que hacemos esto lo hacemos porque nos apasiona, no porque sea una parte significativa de nuestro trabajo. A mi me gustaría que existieran cargos que no fueran solamente de investigador y docente, sino que hubiesen cargos donde existiera un componente formal importante de difusión de la ciencia y que eso se tome en consideración como parte de mi trabajo”.
“La ciencia es un aliado fundamental de la sociedad, del desarrollo, es algo que tenemos que valorar , especialmente para enfrentarnos a pandemias, a cambio climático, nuestro futuro como humanos depende de cómo nos relacionamos con nuestro medio ambiente y ahí la ciencia tiene un rol fundamental y por eso no podemos abandonarla. Hay que financiar la ciencia y hay que hacer mucha difusión de la ciencia para que la gente aprecie lo necesario que es tener un vínculo saludable con los científicos”, concluye Yara Jaffé.
Biogeoart, una propuesta multidisciplinaria
El diseñador industrial y actual Director de la Escuela de Arquitectura y Diseño PUCV, Juan Carlos Jeldes ha trabajado por dos décadas uniendo el arte y la ciencia. Doctor en Diseño, PUC de Rio de Janeiro, Brasil ha sido Director MADLAB & AconcaguaFabLab. Ha colaborado con Explora Desde sus inicios, realizando talleres, exposiciones y en el último tiempo en sus ferias de las ciencias regionales y las comunales con el laboratorio móvil de fabricación digital Aconcagua Fablab.
Desde hace un año conformó un grupo de investigación asociativa en las relaciones humano-naturaleza denominado BIOGEOART, proyecto Anillo del programa PIA de ANID, acercándose un paso más en este interés que une a las ciencias con las artes. “Hay varios temas que se cruzan. Carlos (Olavarría) dijo que usar las manos le ayudaba a pensar. Y eso es muy propio de nosotros los seres humanos. Elaborando surgen las preguntas. Las preguntas no sólo están hacia afuera, sino de lo que nosotros podemos ir elaborando. Siempre hemos trabajado con la laboriosidad, cómo la experiencia tiene distintas escalas. Un niño podría pensar que hay que ser adulto para hacer cosas, pero desde que somos niños vamos corriendo límites”, señaló el Juan Carlos Jeldes.
Biogeoart es un proyecto anillo del programa PIA, es decir un programa de investigación asociativa,donde investigadores de distintas áreas tienen la oportunidad de trabajar juntos. “Yo soy del diseño y participan geólogos, lingüistas, biólogos, trabajadores sociales, sociólogos, está más en el campo de las humanidades, pero ligado a profundizar la relación del ser humano y la naturaleza. Con este proyecto la idea es proponer acciones de co-conservación, o de pro conservación. La metodología con la que trabajamos es una que denominamos inmersión rizomática. Inmersión en el sentido de sumergirse en los territorios, trabajar directamente y levantar acciones, ligado a la investigación acción, y rizomático en el sentido del pensamiento de los filósofos Gilles Deleuze y Félix Guattari, el concepto del rizoma, que viene de la biología , con el rizoma de las plantas, que tiene que ver más que con una filosofía con una caja de herramientas filosóficas, herramientas para pensar”, agregó el diseñador.
La instancia busca alcanzar varios objetivos, como explorar los lenguajes no humanos, en una exploración un poco de borde, hasta llegar a crear lo que denominan atmósferas cognitivas. Según su mirada es más importante el propósito que solucionar problemas concretos. “Se habla mucho del trabajo colaborativo, yo lo llamaría la constitución de grupos de curiosidad que después se consolidan en grupos de trabajo que se transforman en fuerzas de trabajo. El individuo solo se puede plantear las preguntas pero necesita de todos los demás para poder llevar algo adelante, para correr ese cerco”, concluye Jeldes.
Creatividad que nace del conocimiento
Para María Elvira Zúñiga, en cambio, su vinculación con la curiosidad y la creatividad es mucho más concreta. Esta ingeniera civil bioquímica, de la Universidad Católica de Valparaíso y doctora en Biotecnología, Universidad de Santiago de Compostela, España que desde 2007, dirige el Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables, CREAS, considera que la creatividad es parte esencial del modelo innovador.
“Cuando hablamos de innovación y en nuestro caso de innovación de alimentos, implica que tú le agregas un valor a algo, y le agregas un valor que lo distingue, que le aumenta su competitividad, esa es la parte de la innovación. Entonces ese valor quiere decir que lo está distinguiendo de otros. Por lo tanto lo podemos distinguir desde el punto de vista de la salud, desde el punto de vista ecológico, de la sostenibilidad, que sea vegano, que no te de alergia, y que además se vea apetitoso y cuando lo comamos sea exquisito. Y en ese contexto en que tiene que tener algo que lo distinga. Eso implica que tienes que ser creativo en algo y esta creatividad nace del conocimiento. El diseño de un producto y el usar ese conocimiento implica una creatividad enorme”, precisa Zúñiga.
El Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables, CREAS, es un Centro de Innovación en Alimentos dedicado a la Investigación y Desarrollo de productos y soluciones en los procesos alimentarios junto a emprendedores, empresas y asociaciones del rubro. “Tenemos un equipo de jóvenes que son muy innovadores. Cuando uno trabaja en innovación lo hace en el mundo real, lo hace con innovadores y con empresas, y las decisiones están basadas en lo que requieren ellos, en lo que necesitan, en sus materias primas, en sus productos, en el mercado que ellos quieren lograr, el modelo de negocios que ellos quieren tener. Ahí es donde yo creo que está la creatividad, que es muy profesional”, explica su directora.
Al ser consultada por su sello personal y su trabajo, María Elvira concluye: “Lo que yo estoy desarrollando profesionalmente tiene que ver con lo que soy personalmente (...) . Me interesa trabajar en temas que no tienen una solución, que tal vez lo que tu haces te permita decir ah esto no es blanco n negro, esto es gris. En los procesos biológicos como son tan interdependientes la verdad es que estás siempre en los grises. A mi me despierta mucho la curiosidad, especialmente en mi trabajo científico cuando no tengo la respuesta clara, si la tuviera no aporta. Mientras más sabes más te das cuenta que menos sabes”.